Un periodista que hoy lucha contra el Cáncer de Pulmón:Vicente Páez, comparte su experiencia y su visión de lo que es vivir con esta enfermedad en Paraguay; lo hace en un artículo de opinión, escrito para este medio de comunicación del INCAN.
La colectividad es fundamental para enfrentar y superar el Cáncer
Por Vicente Páez (*)
La “sobredosis” de cariño
es altamente recomendable para quienes enfrentamos el cáncer de pulmón.
Esta es una verdadera terapia para hacer frente a esta afección. Y superarla.
El 17 de noviembre está instituido como el Día
Mundial de Lucha contra el Cáncer de Pulmón. Esta enfermedad, cuyo tratamiento muestra
resultados alentadores, puede ser motivo de severos trastornos en caso de no
detectarse a tiempo y si no se adoptan las medidas requeridas. Y es altamente
letal, de acuerdo a las estadísticas internacionales.
En este marco, es fundamental, en base a
la experiencia propia, tener el acompañamiento
de los seres queridos, sean estos familiares, amigos, compañeros, vecinos, integrantes de organizaciones en las
que uno milita, a fin de tener un fuerte sustento para combatir la enfermedad.
La aplicación de las terapias convencionales debe ir acompañada de una alimentación
adecuada, desechando aquellas comidas y hábitos
que pueden resultar dañinos en el proceso de recuperación, así como también puede recurrirse a terapias alternativas.
En un país
donde el Estado históricamente no priorizó a la salud pública
como eje central de su actividad, ir fortalecimiento el sistema sanitario público requiere de persistente militancia. Y de todos
los sectores. Tanto trabajadores de la salud, organizaciones sociales, es decir
el pueblo en general, debemos ir insistiendo y movilizándonos para que se implementen políticas públicas que incluyan mayores asignaciones
presupuestarias, esto es en términos cuantitativos, así
como también mejores sistemas, esto es en aspectos
cualitativos.
En estos meses iniciales en los que tuve
que recurrir a la atención en el sistema público, con cabecera en el Instituto Nacional del Cáncer, situado en Capiatá,
tuve la atención más
que profesional de parte de los integrantes del sector, que muestran la calidad
y calidez que se precisa en estos complicados instantes. Asimismo, tuve la
palpable experiencia de notar las grandes carencias que como país aún adolecemos. Numerosos pacientes deben
recurrrentemente trasladarse centenas de kilómetros
para someterse al tratamiento respectivo, lo que nos obliga a reflexionar, y en
consecuencia a actuar, acerca de la necesidad de transformar esta realidad.
Debemos exigir al Estado a dotar de infraestructura a, como mínimo, cada una de las cabeceras departamentales del país. Esto dará
un gran alivio, por un lado, a los pacientes que actualmente precisan de la
atención oncológica, y por otro lado, también será un sostén
importante a la hora de aplicar acciones preventivas.
El sistema público de salud también
debe interactuar con el sistema educativo. Insertar en la malla curricular el
tema del cáncer es fundamental. Ello posibilitará acceder a información
en tiempo oportuno para prevenir y combatir esta enfermedad y también develará
muchos misterios que aún se imponen alrededor de esta afección.
Al igual que en otras áreas, todo esto requerirá
de una acción conjunta, colectiva y organizada para
poner a la vida por encima de cualquier otro interés, sea corporativo y de negocios. Y la esperanza de
que esto sea aplicado debe crecer. Ese es el camino para salvar miles de vidas.
Y asegurar un mejor futuro para las generaciones venideras.
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